ÉCHAME A MI LA CULPA!!!
Desde que
hablamos lo he intentado muchas veces. He comenzado a escribir estas líneas
pero las palabras no me fluyen y, es raro en mí porque siempre tengo la palabra
oportuna, pero no sé, me bloqueo, tengo tanto por decirte que termino por
estropear los intensos.
Y como no te
había cumplido, merodeaba en mi mente ese compromiso que me hice contigo al
punto que se había convertido en una frustración. También he pensado en
ocasiones que no era buena idea hacerlo porque iba a poner en evidencia muchas
cosas que a veces creí mejor callar, pero también he reflexionado que en verdad
necesito decirte muchas cosas que me quedaron entrelazadas en mis labios.
Cuando terminamos Wilman, en verdad, yo estaba saturada y muy
decepcionada de lo que se había convertido nuestra relación ¡mi relación! Ambos
habíamos dedicado tanto tiempo y esfuerzos para sacarla adelante; nos expusimos
muchas veces a viajes y peligros por propiciar espacios para estar juntos. Tienes
que reconocer que al comienzo... muy al comienzo... los esfuerzos me eran
explosivos, estaba tan maravillada de conocerte y de vivir esa bonita relación
que teníamos pero tú estabas un poco más escéptico y renuente, cosa que luego
entendí. Te costó un poco más, sin embargo, yo estaba desbordada de amor hacia
ti y, literalmente no me importaba nada ¡sólo tú! Ni los regaños de mi
mamá, ni el disgusto de mi papá, ni los prejuicios sociales de que "el
hombre busca la mujer" literalmente: 🎶 a mí no me importaba coger carretera para verte 🎶
Ya luego
empezaste a mostrarme ese lindo amor que me tenías con cada gesto, detalle,
palabra y caricia; nunca antes me había sentido tan amada por alguien y a ti te
pasaba igual, ya eras tu quien viaja más y no te importaba madrugar a viajar el
lunes para pasar un poquito más de tiempo conmigo, no te importaba muchas cosas
con tal de estar a mi lado; yo jamás lo he desconocido.
Y es justo
en este punto donde siempre reflexiono que en la vida no basta con el amor para
que una relación funcione, se necesita más de eso. Ahora, un poco más adentrada
en años; es para mí una consigna porque mira, yo te amé con todas las fuerzas
de mi ser y tú a mí hasta la saciedad y aún así no fue suficiente, incluso el
amor que te tuve no bastó para hacerte saber y sentir que eras lo más
importante de mi vida, siempre te quedó faltando algo para asegurarte de eso,
con el tiempo fueron más toscos los reproches los cuales terminaban de herirme
en lo más profundo de mi corazón y de paso me hacían revaluar si esa situación
tan hiriente sería o no pasajera en nuestras vidas.
Tus dudas me lastimaron demasiado porque por muy insignificantes que
fueron me hacían sentir miserable y desdichada; realmente tú no confiabas nada
de lo que yo te decía, ni siquiera de la ropa que te decía traía puesta, y como
te lo dije cientos de veces, para una mujer como yo que nadie ponía en duda las
cosas que decía era un reto muy grande que asumir. Entonces, era necesario
hacer un pare en mi vida y reflexionar si era verdaderamente lo que quería. Mi
conclusión fue que NO, lo que se fortalecía con cada palabra hiriente
que ambos nos dijimos y que provocaban cada vez más disgustos e irritaciones.
El amor se dañó, la tolerancia de ambos se acabó y por lo menos para mí fue
suficiente para decir ¡ya no más!
Hay cosas que duelen Wilman pero dejar a la persona que amas aún
queriéndola es tenaz, me costó mucho la decisión pero para mí no
había una solución aparente, yo no lo considere factible, porque a pesar de tu
darme mil razones para que lo intentáramos una vez más ya para mí eran
explicaciones trilladas y que habían perdido credibilidad. Y te dejé, y sé
cuánto tuviste que pasar y lo mucho que te dolió mi indiferencia e
intransigencia, fui ruda, orgullosa, e implacable cuando tú estabas deshecho
por nuestra ruptura. Te pido perdón sinceramente por haberte hecho pasar por
tan malos momentos pero en verdad se me habían acabado las ganas de luchar, no
sólo pensaba en mí, sino en ti, en que tú eras merecedor de una mujer que no te
llenara de las dudas que yo infundí en tí, tu vida era intranquila, no hacía
sino causarte disgustos, incluso por cosas sin trascendencia pero que para ti
eran un golpe letal a tu confianza e impresión sobre mí como mujer. Y pensé,
¿cómo podría restablecerse eso? y concluía que no tenía solución. A pesar de
todo el tiempo que ha pasado Wilman tengo que decirte, reiterarte, que
jamás te falté, mientras te amé fue inherente el respeto y la lealtad, no
veía sino por tus ojos, no tenía sino tu nombre grabado en mi piel y en mi
alma. Realmente nuestros caracteres nos jugaron una mala pasada y la tolerancia
fue nula en los últimos días todos se estropeó irreversiblemente.
Nuestro intento de arreglar las cosas en septiembre de 2015 no fue
satisfactorio por mí exclusiva culpa, había perdido la costumbre de llevar la
relación, había pasado mucho tiempo y no tomaba conciencia de que estaba
de nuevo en un compromiso contigo y eso repercutió, no en que yo saliera o me viera
con alguien más ¡para nada! sino en que verte ejercer ese control en mí y
rememorar ese tono despectivo y malhumorado que tenías en esos momentos me
hicieron volver a pensar que yo no quería eso otra vez, había estado tranquila,
sin dar explicaciones, sin esa zozobra a la espera de que mis razones y
justificaciones fueran entendidas por ti y entonces, retomar esa sensación -
de no ser lo suficiente para ti, ni que hubieses entendido que si había
decidido volver contigo era porque en verdad me lo había dictado mi corazón -
me condujeron a dejarte ir una vez más. Lo reconozco, no puse mi
verdadero empeño, no hice, y hablo de mí, lo correcto para reconstruir las
cosas.
Dicen que nadie lo logra, que las segundas oportunidades siempre son
infructuosas ¡No lo sé! por lo menos en mi caso me queda la duda de si habiendo
hecho algo más el resultado fuera otro. Bueno, son pensamientos que a veces
llegan a mi cabeza, sin embargo, la mayor parte del tiempo pienso que Dios
tiene todo planeado para sus hijos, que las cosas sucedieron como él quiso que
fuera y cada uno tomó la enseñanza a su manera.
Hoy tienes lo que quisiste, una persona con la cual mitigar tu
sombrilla soledad, que ves todos los días y con la cual te sientes tranquilo
(Bueno eso creo), aunque no puedo dejar de confesarte con el riesgo de que
creas que hablo desde mi frustración por haber sido tu novia que esa no es la
mujer que yo hubiese querido para tí, para nuestra desdicha yo la conozco,
incluso antes que tú, pero desde mi posición y mi forma de ser, que la conoces
muy bien, no puedo decirte más de eso, y no intentes que te diga más de esto,
porque no lo voy hacer, no lo hice al comienzo mucho menos ahora. Aunque a
veces también he creído que si las sabes, sino que ambos hicieron borrón y
cuenta nueva ¡en fin, no viene al caso!.
Sin embargo, saber que eres feliz, que estás bien, que consideras que ha
sido el amor de tu vida me llena de tranquilidad y me hace pensar muy
humildemente que puedo estar equivocada. Con todo Wilman, yo siempre te he
deseado lo mejor, que nada ni nadie te cause daño, mucho menos te haga
desdichado.
Mi vida ha
tomado un rumbo diferente al tuyo, era el riesgo que consciente asumí cuando
dejé mi relación contigo, los sentimientos son otros, los pensamientos también,
Dios es mi guía y a pesar de todo lo que tenido que pasar yo sigo conservando
mi optimismo, mi endereza hacia la realidad. Conoces parte de mi
historia y sabes que nada se me ha sido fácil, así mismo sigue siendo, por eso
llena de fe espero poder rehacer mi vida con la persona que Dios ponga en mi
camino como mi compañía idónea.
Decirte que no te extraño sería mentirte, la realización personal que
experimenté contigo nunca antes la he vuelto a saborear, llenabas mis
días de paz y mucho amor, vivimos momentos íntimamente maravillosos que nada,
ni nadie, ni siquiera el paso del tiempo podrán borrar de mi mente.
Gracias por haberme amado tanto, por haberme hecho tan feliz, y de tal
manera me hicieras palpar por mí misma que puedo llegar a ser feliz en algún
otro momento. También reconozco que te pienso ¡Claro que lo hago! podría
decirte que no hay un día en que no lo haga, es que Wilman, ¡ fueron
cuatro años! eso no se olvida, fueron muchas las cosas compartidas y que junto
forjamos, estuve contigo por lo que eras tú como ser humano, exactamente por
eso, dormíamos en tu cama sencilla que a veces se le caían las
tablas, jajaajaja! comíamos pollo en ese restaurante improvisado en la castellana,
pasábamos tan felices en ese oscuro apartamento en la novena, a pesar de sus
limitaciones. Estuve contigo por lo que eras y no por nada más, no tenías más
que ofrecer, sólo tu amor no es como ahora que alguien si pudiera fijarse en lo
que tienes.
Y lo mismo de mi parte, siempre se lo digo a la gente: tú dormiste
conmigo en mi cama fea, estuviste conmigo en mi casa vieja, malograda y
fachosa, el baño era horrible y mi cuarto también, pero nada te importó, te
fijabas exactamente en lo que yo era más no es lo que tenía materialmente. Es tan
diferente ahora, que tengo que ver eso con detenimiento cuando alguien se me
acerca a pretenderme, fijarme si es un oportunista porque está fijándose
en mi casa (la que es producto de tu creación) mi empleo y demás cosas
materiales que tengo, sabes que hay mucha gente que tiene ese tipo de
propósitos; pero yo sigo pensando que eso no asegura nada en la vida,
incrédula aún sigo viendo la bondad de los corazones.
Cada detalle
y gesto de amor que tuviste hacia mi está guardado en mi corazón, fuiste el
primero y el único hasta ahora que me regaló flores, peluches, que me hizo
cartas de amor. Todo lo conservo y cuando quiero sentirme querida recurro a
ellos, los tenis con lo que me ejercito siguen siendo aquellos que me diste
cuando me costaba tanto hacerme actividades físicas y entonces te recuerdo a
cada instante, rodeada de tantas cosas.
Es innegable la importancia que tuviste y sigues teniendo para mí, a
pesar de los dolorosos momentos con los que enlodamos nuestro mayor tesoro.
Sin embargo, solo me resta desearte lo mejor del mundo, que la vida siga
sonriéndote y que las cosas que aun no has podido cumplir estén por venir
prontamente, que esa nueva vida que ahora llevas traiga consigo exactamente lo
que has querido, que aunque se alejen de lo que era el hombre de antes, tengan
el resultado más provechoso para tí. Especialmente, espero Wilman que ahora
estés un poco más seguro de lo que eres y de lo que posees no hay porqué dudar
de que alguien pueda amarte. Si has llegado a este punto de convicción para mí
sería una satisfacción muy grande, que se hayan ido esos temores que en
verdad nunca debieron estar en tu corazón.
No puedo terminar estas letras sin antes decirte que mis intenciones con
este montón de confesiones no son malas, ni hacerte cambiar tu horizonte, ya tú
lo tienes trazado ¡y está súper bien! es lo más justo y sensato. Tampoco
pretendo desestabilizarte o que cambies tu concepto frente a lo vivido conmigo,
te repito, ya tú tienes tu vida, y yo no soy nadie para cambiarla, más porque
el fervor de mis sentimientos han quedado en el pasado, así como los
tuyos. Tus sentimientos han cambiado y los míos también, de no ser así,
alguno de los dos estaría sumergido en la demencia.
Junto con este escrito voy hacerte entrega de una carta que hace mucho te escribí, pero no te entregué. Ahora lo hago para terminar de expresarte todo lo que he sentido, sin hacertelo saber. Ojalá y esto me sirva para cerrar este ciclo contigo, que por lo visto no acabó con dejar de seguirte en las redes sociales, como lo decidí hace mucho (por sanidad) o como recientemente lo hiciste tu en instagram. Que esto sea un verdadero acto de despojo de cualquier sentimiento de dolor, frustración, insatisfacción que alguna vez sentimos por la actitud del otro, y que de mi parte también acaben los pensamientos de como hubiese sido mi vida de seguir juntos o que hubiese pasado si las decisiones fueran otras. Dios tiene el poder de nuestras vidas y quien hace todas las cosas perfectas.
Cuídate mucho, Dios te proteja y acompañe. Te quiero y lo hare, por
siempre.
Pta. Te dedico una canción que si no fuera tan exacto a lo que siento,
no te la dedicaría, esto por el cantautor, que se que detestas.
Desde lejos, de Santiago Cruz.